Hayao Miyazaki
Hayao Miyazaki (Miyazaki Hayao, nacido el 5 de enero de 1941) es un dibujante de manga japonés y un destacado director de cine y animador de muchos largometrajes de anime populares. A lo largo de una carrera de casi cinco décadas, Miyazaki ha alcanzado la fama internacional como realizador de largometrajes de animación y, junto con Isao Takahata, cofundó Studio Ghibli, un estudio de animación y una productora. El éxito de las películas de Miyazaki ha hecho que se le compare con el animador estadounidense Walt Disney, el británico Nick Park y Robert Zemeckis, pionero de la animación por captura de movimiento, y ha sido nombrado una de las personas más influyentes por la revista Time. Miyazaki comenzó su carrera en Toei Animation como artista intermedio en El viaje espacial de Gulliver (1965), en la cual propuso ideas que quedaron plasmadas en el final de la película. Siguió trabajando en varios puestos en la industria de la animación durante la década hasta que pudo dirigir su primer largometraje Lupin III: El castillo de Cagliostro, que se publicó en 1979. Tras el éxito de su siguiente película, Nausicaä del Valle del Viento (1984), cofundó el Studio Ghibli, donde continuó produciendo muchos largometrajes hasta La princesa Mononoke, cuando se retiró temporalmente. Aunque las películas de Miyazaki fueron durante mucho tiempo un éxito comercial y de crítica en Japón, en Occidente seguía siendo un gran desconocido hasta que Miramax estrenó su película La princesa Mononoke en 1997. La princesa Mononoke fue la película más taquillera en Japón (hasta que fue eclipsada por Titanic, de ese mismo año) y la primera película de animación que ganó el premio a la película del año en los premios de la Academia japonesa. Miyazaki volvió a la animación con El viaje de Chihiro (2001). Esta película superó las ventas de Titanic en la taquilla japonesa, ganó el premio a la mejor película del año en los premios de la Academia japonesa y fue la primera película de anime en ganar un premio de la Academia estadounidense. Las películas de Miyazaki suelen plantear temas recurrentes, como la relación de la humanidad con la naturaleza y la tecnología, o la dificultad de mantener una ética pacifista. Como reflejo del feminismo de Miyazaki, las protagonistas de sus películas suelen ser chicas fuertes e independientes o mujeres jóvenes. Miyazaki es un crítico declarado del capitalismo y la globalización. Mientras que dos de sus películas, El castillo de Cagliostro y El castillo en el cielo, incluyen villanos tradicionales, sus otras películas, como Nausicaa o La princesa Mononoke, presentan antagonistas moralmente ambiguos con cualidades redentoras.
